En los negocios, la externalización implica la contratación de un proceso de negocio (por ejemplo, procesamiento de nóminas, procesamiento de reclamaciones) y funciones operativas y / o no esenciales (por ejemplo, fabricación, administración de instalaciones, soporte de centros de llamadas) a otra parte).
El outsourcing a veces implica la transferencia de empleados y activos de una empresa a otra, pero no siempre. La subcontratación es también la práctica de entregar el control de los servicios públicos a la empresa privada. La externalización incluye contrataciones tanto nacionales como extranjeras, y a veces incluye la deslocalización (reubicación de una función empresarial a un país lejano) o nearshoring (transferencia de un proceso comercial a un país cercano).
Muchas personas confunden el outsourcing y el offshoring - sin embargo son diferentes. Una empresa puede externalizar (trabajar con un proveedor de servicios) y no en alta mar o un país lejano. Por ejemplo, en 2003 Procter & Gamble subcontrató su apoyo a la gestión de instalaciones, pero no implicó la deslocalización. Los ahorros financieros derivados de tasas laborales internacionales más bajas pueden constituir una motivación importante para la subcontratación o la deslocalización.
Pueden producirse enormes ahorros por la reducción de las tasas internacionales de mano de obra en el momento de la deslocalización de una empresa.
A principios del siglo XXI, las empresas se externalizaban cada vez más a proveedores fuera de su propio país, a veces denominados offshoring o outsourcing offshore. Varios términos relacionados han surgido para referirse a varios aspectos de la compleja relación entre organizaciones o redes económicas, tales como nearshoring, crowdsourcing, multisourcing, alianzas estratégicas / asociaciones estratégicas, outsourcing estratégico.
El outsourcing puede ofrecer una mayor flexibilidad y control del presupuesto. La externalización permite a las organizaciones pagar los servicios y las funciones empresariales que necesitan, cuando los necesitan.
También reduce la necesidad de contratar y capacitar personal especializado, aporta nuevos conocimientos de ingeniería y puede reducir los gastos de capital y de operación y el riesgo. "Hacer lo que mejor sabe hacer y externalizar el resto" se ha convertido en un lema de negocio internacionalmente reconocido "acuñado y desarrollado" en la década de 1990 por el "legendario consultor de gestión" Peter Drucker.
Recientemente, se han desarrollado modelos de negocio innovadores para ayudar a reducir el costo de la subcontratación. En particular, estos modelos de negocio pueden apalancar el poder de negociación del grupo agregando demandas de outsourcing similares de varias organizaciones al negociar con contratistas externos. Esto potencialmente presenta una situación de ganar-ganar para el outsourcer y el outsorcee: Mientras que el outsourcee ofrece sus servicios a tarifas más bajas al outsourcer, sigue siendo ventajoso para el outsourcee porque el volumen del proyecto se incrementa.
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